Sugar, serie en Apple TV

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✍️ Roberto Villarreal
📺 Sugar (AppleTV)

Utilizando elementos del cine negro: un investigador privado que busca y encuentra a personas desaparecidas, cuyo nombre es John Sugar (Colin Farrell confirmando que es uno de los grandes actores contemporáneos), además de ser cinéfilo de hueso colorado y tener buenos sentimientos (intenta regenerar a un hombre sin hogar), es contratado por el poderoso productor Siegel (James Cromwell) para que localice a su nieta, drogadicta aparentemente reformada, contra todos los obstáculos posibles por parte del padre, la madrastra y el medio hermano de la joven.

La premisa de la serie nos recuerda a «Al borde del abismo» (1946, The Big Sleep) y el tono del melodrama, además del estilo específico, recupera muchas de las imágenes que alguna vez hemos disfrutado dentro del género. De hecho, de pronto se insertan cortos momentos de «Gilda», «La muerte en un beso», «El beso mortal», entre tantas otras o una secuencia de «Minnie y Moskowitz» de Cassavetes, mientras Sugar está viéndola en una sala de cine.

Apenas son dos capítulos que han resultado emocionantes, pero que tienen la cualidad más importante en una serie: se pasan sin sentir el transcurrir del tiempo y al terminar, uno se queda con ganas de más.


Entre muchos productores, entre ellos el propio Farrell y Adam Arkin, está el brasileño Fernando Meirelles («Ciudad de Dios», «Los dos Papas»), quien ha sido el responsable de la dirección de estos dos episodios, donde está el brío y la sorna (un productor de películas basura no tiene la menor idea de que existan las revistas que lee Sugar: «Sight and Sound», «Cahiers du Cinema», «Cineaste», entre otras)

Al establecer el lado oscuro de sus personajes, la traición, la insidia, además del absurdo existencial, la serie de destaca por su atmósfera, alejada de las convenciones de las series policiacas de las cadenas abiertas de televisión, pero cercana al ambiente que respiramos cuando vemos los títulos clásicos del cine norteamericano Además, el investigador es vulnerable y sujeto a momentos de dolor y duda. Por otro lado, se reitera que es una sociedad que valora y vive rindiendo tributo a sus expresiones culturales…

(Aquí en México, se llega al ridículo como las bioseries de María Félix o Silvia Pinal, que dan pena ajena).

Muy recomendable